lunes, 26 de noviembre de 2012

SALVADOR SALAZAR ARRUE


Salvador Salazar Arrué


Salvador Efraín Salazar Arrué, conocido como Salarrué, nació en Sonsonate en 1899. Desde muy temprano comenzó a dar muestras de una gran sensibilidad humana y estética, que se volcó en diferentes disciplinas como la literatura, las artes plásticas y la reflexión espiritual. 

Como muchos jóvenes, Salarrué se trasladó a San Salvador con miras a encontrar las posibilidades de subsistencia económica que no tenía en su ciudad natal, dada su complicada situación familiar. En la capital del país, comenzó a publicar en periódicos, a estudiar por su cuenta literatura y artes plásticas, influido en buena parte por su primo, el caricaturista Toño Salazar. En 1916, obtiene una beca gubernamental para estudiar pintura en Corcoran School, una academia de artes situada en la capital de los Estados Unidos. 

Su primer libro fue la novela corta El Cristo negro , publicada en 1926. Al año siguiente, publicó la novela El señor de La Burbuja y en 1929, O' Yarkandal. Pero sus obras más conocidas son Cuentos de cipotes, de 1945, y Cuentos de barro . También publicó volúmenes de cuentos como Eso y más y La espada y otras narraciones; un poemario titulado Mundo nomasito, publicado por única vez hasta la fecha en 1975 y las novelas La sed de Sling Bader y Catleya Luna. Su literatura revela una riqueza de perspectivas humanas, que recupera la visión infantil en Cuentos de cipotes, el campo salvadoreño y su dramática existencia en Cuentos de barro y un acercamiento hacia una visión espiritual influida por las visiones de mundo orientales y la teosofía. 

Su obra pictórica fue expuesta en los Estados Unidos y en el país. Además, se desempeñó en algunos cargos gubernamentales, como la Dirección General de Bellas Artes y la dirección de la Galería Nacional de Arte, convertida hoy en la Sala Nacional de Exposiciones, ubicada en el Parque Cuscatlan de San Salvador. 

Salarrué, el tan querido Salarrué, falleció en 1975. No podemos menos que repetir, con cariño, las palabras que el poeta salvadoreño Roque Dalton escribiera con motivo de su septuagésimo cumpleaños: 

Dios lo bendiga y lo haga un santo don Salarrué 
chas gracias por sus dulces guáshpiras
por los tentuntazos de ternura
con que me ha somatado las arganillas del corazón.

RAFAEL MENJIVAR OCHOA


Rafael Menjivar Ochoa


Rafael Menjívar Ochoa (nacido el 17 de agosto de 1959 en San Salvador) es un escritor, periodista, traductor salvadoreño. Su padre, el economista Rafael Menjívar Larín, era rector de la Universidad de El Salvador (nacional) cuando el ejército la ocupó en 1972 y lo exilió hacia Nicaragua. El resto de la familia abandonó el país en enero de 1973 hacia Costa Rica, donde se reunió con el padre. En 1976 se instalaron en México, donde Menjívar Ochoa vivió durante veintitrés años. Estudió música, teatro y letras inglesas.
En 1999 se instaló en El Salvador, donde en 2001 se convirtió en Coordinador de Letras (director de literatura) y en 2001 fundó La Casa del Escritor, proyecto para la formación de escritores jóvenes, ubicado en la que fuera casa de Salvador Salazar Arrué (Salarrué). Pertenece a la llamada "Generación del Cinismo" o "Generación del Desencanto", junto con Horacio Castellanos Moya, Jacinta Escudos y Miguel Huezo Mixco, entre otros que comenzaron su producción literaria en la época de la guerra. Es compañero de vida de la poeta salvadoreña Krisma Mancía.

JUAN JOSE CAÑAS


Juan José Cañas


Juan José Cañas nació en San Miguel, en El Salvador, el año de 1826. Estudió en Nicaragua y después en Guatemala, donde obtuvo el título de Bachiller. Pasó a la Universidad y cursó tres años de Medicina. En 1848 volvió a El Salvador y luego se marchó a San Francisco, en busca de oro. Después fue a Nicaragua y se incorporó al ejército que luchaba contra el filibustero William Walker.

En Cañas se juntan y armonizan tres personalidades: el poeta, el militar y el diplomático. Su producción literaria, iniciada a los 17 años, comprende versos, prosas literarias, trabajos de crítica, narraciones y artículos varios. En la poesía es el precursor del romanticismo en El Salvador. Su fama de poeta salvó las fronteras nacionales.
Entre los cargos administrativos que desempeñó están el de Gobernador Político Departamental y el de Subsecretario de Relaciones Exteriores. En su carrera diplomática representó a El Salvador en Santiago de Chile en calidad de Ministro Plenipotenciario, y logró la firma de un tratado que intensificó las relaciones entre ambos países.

Muchos honores literarios le fueron tributados en vida. En 1882 la Academia Colombiana de Bogotá lo nombró socio honorario extranjero. Fue Presidente de la Academia Salvadoreña de la Lengua correspondiente a la Real Academia Española. Numerosas organizaciones artísticas lo acogieron en su seno.

Falleció el 19 de enero de 1918. Sus poesías que son abundantes figuran en la "Galería Poética Centroamericana", en la "Guirnalda Salvadoreña" y en periódicos de su tiempo.

Rubén Darío lo llamó "El Patriarca de la Poesía de Centro América" y José Martí, "Veterano de la Lira y de la Espada"

FRANCISCO GAVIDIA


Francisco Gavidia

Escritor, educador y periodista salvadoreño. Su poesía evolucionó desde el romanticismo hasta la orientación reflexiva y conceptual de su poema Sóteer o La tierra de Preseas, editado completo en 1949. Lector y traductor de poetas franceses, le descubrió a Rubén Darío las posibilidades renovadoras implícitas en los versos de Victor Hugo, posibilidades que él mismo trató de aprovechar en Versos (1884), convirtiéndose así en uno de los precursores del modernismo en Centroamérica. La trayectoria de su poesía es similar a la de su teatro, como demuestran sus dramas Júpiter (1885), Ursino (1889), Conde de San Salvador o el Dios de las cosas (1901), Lucía Lasso o Los piratas (1914) y La torre de marfil (1920), y el poema dramático La princesa Catalá (1944). Iniciador del relato breve salvadoreño, buscó inspiración para sus cuentos en los tiempos precolombinos y coloniales, así como en otras literaturas. Propuso la creación de un nuevo idioma, el salvador, y hacia 1906 -en esa fecha inició sus vuelos en aeroplano el brasileño Alberto Santos Dumont- pretendió aplicarlo a la creación de su poema en hexámetros Los aeronautas, Poema en Hexámetros a la Gloria Latinoamericana de Nace en el departamento de San Miguel el 29 de diciembre de 1863, Muere en San Salvador el 22 de septiembre de 1955 su nombre completo es: Francisco Antonio Gavidia Guandique. Es tomado como el fundamentador de nuestra literatura. Gavidia llena una época, marca una etapa. 

Practicó todos los géneros literario, y en todos aportó una visión enriquecedora de nuestra realidad. Con Gavidia tenemos algunos de los fundamentos para insistir en la búsqueda de lo nuestro; él tiene cierta profundidad que no encontramos en autores antes de él o contemporáneos suyos. Descubrió el alejandrino francés y lo enseñó a Rubén Darío (Nicaragua), quien lo incorporó al verso escrito en español y lo llevó a sus últimas consecuencias. Su espíritu buscador lo llevaba por todos los rumbos de la literatura, por lo que algunos afirman que su obra es un tanto dispersa. Su diversidad es de riquezas no de fragmentación, es un todo que muestra la dedicación de un hombre preocupado por fundamentar una expresión cultural salvadoreña. Para ello estudió el pasado prehispánico y colonial del país en su contexto centroamericano así como el de nuestra América. Aparte de su labor poética, participo en actividades periodisticas-literarias y se preocupó por la educación; publicó numerosos ensayos de aspecto educativo; en 1932 es declarados "Salvadoreño Meritísimo" por la asamblea legislativaSantos Dumont, buena muestra de poesía prefuturista

ALVARO MENEN DESLEAL


Alvaro Menen Desleal


Álvaro Menéndez Leal (Santa Ana, 13 de marzo de 1932 -San Salvador, 6 de abril de 2000.) Cuentista y dramaturgo, que escribió bajo el seudónimo de Álvaro Menen Desleal.

Perteneció a la llamada Generación Comprometida junto con Manlio Argueta, Italo López Vallecillos, Roque Dalton y otros. Menen Desleal fue el creador de los noticieros televisivos en El Salvador, con el mítico programa Telediario salvadoreño. Su suerte cambiaba de gobierno a gobierno; estuvo exiliado y fue también agregado cultural de El Salvador en México y director del Teatro Nacional.
Obra literaria: Su obra teatral Luz negra se ha representado en decenas de países y en varios idiomas desde su aparición, en 1964. Practicó el relato fantástico, en cuyo género sus libros más importantes son: La llave (San Salvador, 1960), Cuentos breves y maravillosos (Premio Nacional de Cultura 1962, publicado por la Dirección General de Publicaciones en 1963), Una cuerda de nylon y oro (Dirección General de Publicaciones, 1964), La ilustre familia androide (Argentina, 1968; Dirección de Publicaciones en Impresos, 1996), Hacer el amor en el refugio atómico (EDUCA, Costa Rica, 1974), Revolución en el país que edificó un castillo de hadas (EDUCA, Costa Rica, 1977) y El fútbol de los locos (EDUCA, Costa Rica, 1998). De manera póstuma aparecierom sus libros Tres novelas breves y poco ejemplares y La bicicleta al pie de la muralla (teatro), ambos en 2000, en la Dirección de Publicaciones e impresos. Dejó media docena de piezas teatrales inéditas, la misma cantidad de poemarios y una novela: No digas amor ni ante un espejo.

HUGO LINDO


Hugo Lindo
 
 
 
 
 
Hugo Lindo nación en La Unión en 1917 y murió en San Salvador en 1985. Fue diplomático, abogado, cuentista, novelista y poeta. Ocupó el cargo de director del Departamento Editorial del Ministerio de Educación y luego el de Ministro de Educación. También representó al país en puestos diplomáticos en Chile, Colombia y España. Fue miembro de número de la Academia Salvadoreña de la Lengua y correspondiente de la Chilena y Colombiana. Asimismo se desempeñó como decano  de la facultad de Cultura general y Bellas Artes de la Universidad “Dr. José Matías Delgado”. Su obra le hizo merecedor de varios premios. El poemario Libro de horas obtuvo el Primer Premio del Certamen Permanente “15 de septiembre”, en Guatemala, 1947. Navegante río obtuvo el Primer Premio Centroamericano en los Juegos Florales de Quezaltenango, 1962. A su novela Cada día tiene su afán se le concedió el Segundo Premio República de El Salvador en el Certamen Nacional de Cultura, 1964. Además de su obra premiada, destaca por sus ensayos jurídicos;  cabe mencionar su tesis doctoral El divorcio en El Salvador, 1948, la cual obtuvo una medalla de oro, y el ensayo Movimiento unionista centroamericano, 1958. En narrativa destacan los siguientes libros: Guaro y champaña (cuento, 1947); Aquí se cuentan cuentos (cuento, 1959);  Espejos paralelos (cuento, 1974); El anzuelo de Dios (novela, 1956); ¡Justicia, señor Gobernador! (novela, 1960); Yo soy la memoria (novela, 1985); y Antología del Cuento centroamericano (antología, 2 volúmenes, 1949-50)
 
Otros libros del autor son: Desmesura (poesía, 1992); Varia poesía, con prólogo del poeta colombiano Rafael Maya (Antología poética, 1960); Fácil palabra (poesía, 1985); Recuento (anotaciones literarias e históricas de Centroamérica, 1969); Sólo la voz (poesía, 1968); Aquí mi tierra (poesía, 1989); Sangre de Hispania fecunda (poesía, 1972); Maneras de llover (poesía, 1982) y Resonancia de Vivaldi (poesía).

MIGUEL ANGEL ESPINO


Espino, Miguel Ángel (1903-1967).

Narrador, ensayista, periodista y jurista salvadoreño, nacido en Santa Ana el 17 de diciembre de 1903, y fallecido en México D. F. el 1 de octubre de 1967. A pesar de la relativa brevedad de su producción literaria, está considerado como uno de los más destacados narradores de la literatura centroamericana del siglo XX, merced a su excepcional novela titulada Hombres contra la muerte (1947).Nacido en el seno de una prestigiosa familia de profesores y escritores, mostró desde muy temprana edad un acentuado interés hacia los temas humanísticos, lo que le llevó a cursar estudios de Leyes y licenciarse como jurista en la Universidad de El Salvador. Ejerció después, durante algunos años, la docencia, actividad que enseguida empezó a compaginar con su tenaz dedicación al cultivo de la literatura. Muy bien relacionado en los círculos culturales de su país, pronto comenzó a publicar sus primeros artículos y relatos en los principales medios de comunicación salvadoreños, entre los que destacan las revistas Cuscatlania (1919), Atlacatl(1921) Lumen (1926) y Cactus (1933), y el rotativo diario Queremos (1927). Esta importante presencia en la prensa salvadoreña le permitió asumir el cargo de Jefe de Redacción de El Gran Diario (1939), ocupación que pronto compaginó con un puesto de funcionario en el Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador.Su primera narración extensa, una novela poemática titulada Trenes, vio la luz en Chile (Santiago: Editorial Ercilla, 1940). Posteriormente, mientras preparaba su famosa obra Hombres contra la muerte, se vio obligado a emigrar a México, país en el que apareció este magnífico relato centrado en las preocupaciones sociales de buena parte de los intelectuales centroamericanos de su tiempo. En 1948, el gobierno de su nación reconoció la valía de este escritor con un galardón oficial concedido a esta gran novela.